lunes, 18 de noviembre de 2013

Argumentos racionales sobre la existencia de Dios

Argumento del Primer motor inmóvil, de Aristóteles (s. IV a.C.)

Todo móvil, a su vez debe ser movido por un motor y éste a su vez, debe ser movido por otro motor, de modo que la cadena de móviles necesita de un primer motor que no sea movido a su vez por otro. Este Primer motor inmóvil debe ser acto puro, forma pura, pues si no estuviese en acto sería imposible que pueda ser motor de algo.
Aristóteles describe el argumento en su Metafísica XII. Describe al Primer Motor como "gnoesis gnoeseos" (conocimiento de conocimiento), de manera que el Primer Motor conoce sólo lo más perfecto: él mismo.
El Primer Motor aristotélico no conocería el mundo creado, sino que sólo realizaría la actividad más perfecta: pensar, conocer. Y sólo puede conocer lo más perfecto que es él mismo. No habría lugar para los hombres o el universo en el pensar del Primer Motor: no es un dios providente.
Tampoco puede ser infinito, porque conocer consiste en acotar, poner límites a la realidad, y el conocimiento de algo ilimitado –dios mismo-, al no poder ser fijado, acabaría por no ser conocimiento.

Argumento del científico persa Avicena (980-1037)

«Todos, incluso aquellos que niegan la existencia de Dios, tienen en su mente la noción de Dios; en efecto, si no la tuvieran, no entenderían lo que dicen cuando afirman que no existe. Ahora bien, esa noción es la del ser más allá del cual no cabe ni siquiera concebir algo más perfecto. Pues bien, ése ser perfectísimo ha de existir necesariamente, pues, ya que la existencia es una perfección, de no ser así, cualquier cosa que existiera sería más perfecta que Él y eso sería contradictorio. Por lo tanto, es necesario que Dios exista».

El argumento de la primera causa, de Sto Tomás de Aquino (1220-1274).

Todo lo que existe tiene una causa que, a su vez, tiene otra causa, y así sucesivamente remontándose hasta llegar a la causa primigenia, o sea, Dios; no admitía que la serie de causas pudiera ser infinita.
1. Todo lo que tiene un principio, tiene una causa.
2. El universo tuvo un principio, y por tanto tuvo una causa.
3. Ninguna causa puede crearse por sí misma. Todo es causado por otra cosa.
4. La cadena de causa y efecto no puede ser infinita.
5. Debe de existir un inicio o primera causa.
6. La primera causa puede ser definida como Dios al cumplir con su definición.
Y si todo tiene que tener alguna causa, ¿entonces Dios debería tener una causa?” No, la causa primera, incausada, es Dios.

El argumento teleológico o intencional

1. Un fenómeno X (p.e. el universo, el proceso evolutivo, al ser humano, etc.) es demasiado complejo como para haber ocurrido al azar. El universo contiene cosas no hechas por el hombre, y que son irreduciblemente complejas.
2. Todas las cosas irreduciblemente complejas presentan intención o preconcepción.
3. La Preconcepción, proyección y la invención, hace necesario un intelecto, mente o voluntad.
4. Dios es el único ser inteligente que ha podido crear X (p.e. el universo, el proceso evolutivo, al ser humano, etc.)
5. Por lo tanto Dios existe.

Argumento ontológico de Descartes (1596-1650)

Aparece en la cuarta parte del Discurso del Método (en la que expone su Pienso, luego existo), y en sus Meditaciones metafísicas (Quinta Meditación, Meditaciones 8 y 10).
1.Cualquier cosa que percibo clara y distintivamente contenida en la idea de algo, debe ser cierta.
2.Clara y distintivamente percibo que, en la idea de Dios se contiene la existencia necesaria.
3.Por tanto, Dios existe.
La perfección de Dios se deriva su existencia, del mismo modo en que una montaña implica necesariamente un valle.

La apuesta de Pascal (1623-1662)

Es un argumento basado en el supuesto de que la existencia de Dios es una cuestión de azar. Aunque no haya evidencia de que Dios existe, lo racional es apostar que sí existe. "La razón es que, aún cuando la probabilidad de la existencia de Dios fuera extremadamente pequeña, tal pequeñez sería compensada por la gran ganancia que se obtendría, o sea, la gloria eterna." Básicamente, el argumento plantea cuatro escenarios:
* Puedes creer en Dios; si existe, entonces irás al cielo.
* Puedes creer en Dios; si no existe, entonces no ganarás nada.
* Puedes no creer en Dios; si no existe, entonces tampoco ganarás nada.
* Puedes no creer en Dios; si existe, entonces no irás al cielo[
“Usted tiene dos cosas que perder: la verdad y el bien, y dos cosas que comprometer: su razón y su voluntad, su conocimiento y su bienaventuranza; y su naturaleza posee dos cosas de las que debe huir: el error y la miseria. (…) Vamos a pesar la ganancia y la pérdida, eligiendo cruz (de cara o cruz) para el hecho de que Dios existe. Estimemos estos dos casos: si usted gana, usted gana todo; si usted pierde, usted no pierde nada. Apueste usted que Él existe, sin titubear. (Pensamientos. Blaise Pascal, 1670)

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