miércoles, 5 de marzo de 2014

Dios sigue creando el mundo, y lo mantiene en su evolución, para comunicar su gloria y amor


El universo ha sido creado por Dios, para comunicar su amor a las criaturas espirituales, y manifestar a través de lo creado su grandeza y perfección. El ser humano existe pura y simplemente por el amor de Dios que lo creó, y lo conserva.

Las cosas creadas manifiestan la gloria y el poder de Dios obedeciendo unas leyes físicas. En cambio, las personas respondemos libremente con nuestro amor.

La teoría de la evolución, y cualquier otra explicación científica que describa cómo ha evolucionado el mundo material, puede ser compatible con la doctrina cristiana sobre la creación por parte de Dios, si queda claro que:
-          la creación fue -y sigue siendo- un acto libre de Dios;
-          creó a partir de la nada material;
-          la creación tuvo un comienzo en el tiempo;
-          el hombre tiene un alma espiritual, con inteligencia y voluntad, infundida por Dios.

La naturaleza de la persona humana misma revela que procede de Dios y se encamina hacia Él. Por ejemplo,
-          el ser humano desea la infinitud y eternidad, perdurar en sus obras y en las personas queridas;
-          es naturalmente religioso; el hecho religioso es universal; el ateísmo no se ha dado hasta hace tres siglos, y sólo en la cultura occidental;
-          es creador; tiene un sentido estético, una capacidad artística; además, siente la necesidad de investigar lo desconocido, de dominarlo todo.


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